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lunes, 29 de septiembre de 2014

Javier.

Javier.

Javier y su mono azul.


Paseando por esas calles, la mayoría sin asfaltar, sintiendo bajo mis pies los pequeños cantos, de camino, como cada mañana, al bar. 

Sentada, siento ese sol suave de la mañana, en mi rostro. Esperando ver aparecer a ese mono azul. Ahí viene, vienen, esos negros ojos chiquitines, llenos de vida, chisposos. Esa sonrisa semioculta, por esa espesa barba color azabache. Nos sonreímos y me sirve, esa helada cerveza con unas piporras. Charlamos del día que va a hacer, si hará calor o a la tarde, se nublará. Es hombre de campo y sabe del tiempo, sólo mirando al cielo. Siempre acierta. 

Observo su mono azul, limpio, inmaculado y pienso, debe ser cómodo, siempre va con él, cada día, cada verano, año tras año. Javier y su mono azul, siempre están aquí, juntos e inseparables.






El otro día, mirando las noticias en la tele, salió un diseñador de estos de última tendencia, comentado que su ropa sólo la lleva gente con personalidad. Os imagináis? Para ahora tener personalidad, nos tenemos que dejar el sueldo de todo un año, en un trapito mono, para así tener carisma.
Entonces me vino, la imagen de Javier y su mono azul, imaginé su armario, seguramente, lleno de monos azules, colgados ordenadamente. Imaginé a Javier, abriendo su armario y sin tan si quiera mirar, cogiendo ese mono y  vistiéndose con el, con una sonrisa. Sin pensar en nada, solo en que desayunar, porque le gruñe su tripa.




Imagináis que pensaría ese afamado diseñador de Javier? Imagino que diría, que poco gusto tiene este hombre, todos los días con ese mono azul, que cutre y que poca personalidad.

Y Javier de él ? Javier seguramente se reiría del afamado diseñador y le diría, vaya yo caliente, riase la gente y le serviría unas migas, que le salen de vicio y un poco de vino en una copa.


Javier tiene una personalidad aplastante, con su mono azul. Es feliz, se le nota en su mirada, es transparente.


Cierro mis ojos, veo ese mono azul y no puedo evitar sonreir.

Javier es un tio cojonudo.





1 comentario:

  1. Y qué buen sabor nos deja la gente sencilla, ¿a que si?
    Me empieza a gustar tu blog; promete.
    Muchas gracias por dejarme entrar.

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